Queridos incondicionales de este blog tan variado llamado El Sentimiento del Conocimiento, en este capítulo viajamos a la mitología griega de la mano, nada más y nada menos, que de la hija de Zeus...la bellísima Hebe...como bien decía el gran Ovidio: "prendido tiene el amor, y crece por el dolor del rechazo"...pues en esta ocasión el amor lo ha puesto Zeus y el rechazo no ha causado ningún dolor...
En la mitología griega, Hebe o Heba, la de áurea corona, es una diosa menor que reside en el Olimpo y personifica la eterna juventud. Es descrita como hija de Zeus y Hera. Su equivalente en la mitología romana era Juventas o Juventud. En el arte solía ser representada llevando un vestido blanco sin mangas, cargando una vasija dorada que contenía agua o néctar para los demás dioses.
En el catálogo de mujeres, se nos vuelve a citar que Heracles poseyó a Hebo pero que Hera, que antes odiaba a Heracles, ahora lo honra más que a los demás inmortales y solo por debajo de Zeus. No obstante, según el Primer Mitógrafo Vaticano. Hebe nació de una lechuga que comió Hera. En los textos homéricos, Hebe era la asistenta de los dioses. Mientras los dioses celebraban asambleas sentados junto al gran Zeus, era Hebe la escanciadora de néctar.
También ayuda a Hera a enganchar los caballos a su carro y bañaba y vestía a su hermano Ares. Igualmente se la menciona, como «de lindos tobillos», una vez más como la esposa de Heracles. Fruto de la unión entre Hebe y Heracles nacieron dos hijos: Alexiares y Aniceto, aunque estos no poseen mitos propios. En un fragmento de Calímaco se dice que Inacia (Ilitía), asiste a los dolores de parto de su hermana, por lo que es de suponer que se refiera al alumbramiento de los hijos de Hebe...






