domingo, 1 de enero de 2017

Shiroyama...más que una batalla, un símbolo.


Ante todo desde el SDC os deseamos un Feliz 2017, además de Salud, dinero y amor (ponemos la S de salud en mayúsculas porque es lo más importante que tenemos los mortales). Nos podríamos extender hasta el infinito felicitando a toda la buena gente que seguís invirtiendo unos minutos de vuestra existencia en este humilde blog, pero no lo consideramos necesario porque debemos de comenzar este año con sentimiento y conocimiento. Coged las maletas que nos vamos a Japón, concretamente al siglo XIX donde se libró una de las batallas más épicas y sangrientas de la historia de la humanidad, y donde la leyenda se enfrentó al Imperio. ¿Estáis preparados?, pues rumbo a la "Tierra del Sol naciente"...


La Batalla de Shiroyama "Shiroyama no tatakai", tuvo lugar el 24 de septiembre de 1.877 en Kagoshima, Japón. Fue la batalla final del conflicto generado por la rebelión Satsuma. Nos situamos en las derrotas del castillo Kumamoto y en la zona central de Kyüshü, los samuráis supervivientes leales a Saigö Takamori escaparon hacia Satsuma, bordeando la colina de Shiroyama cerca de Kagoshima, el 1 de enero de 1.877. Las tropas de la armada imperial, bajo las órdenes del general Yamagata Aritomo, así como los marinos comandados por el almirante Kawamura Sumivoshi, pronto les alcanzaron, rodeando a los rebeldes. Tras el combate y las pérdidas, Saigö sólo contaba con 500 samuráis.


Frente a los 20.000 hombres del bando opuesto que habían sitiado a la guarnición gubernamental en la ciudad de Kumamoto, tan sólo seis semanas antes de la batalla. Contando con 30.000 efectivos, la superioridad de Yamagata era de 60 hombres por cada guerrero de Saigö. Habiendo participado en muchas batallas en el pasado y con mayor experiencia como estratega. Yamagata estaba determinado a no dejar nada al azar. Las tropas imperiales pasaron varios días elaborando un sistema de diques, paredes y obstáculos para prevenir cualquier fuga.


Los cinco buques de guerra gubernamentales fondeados en la bahía de Kagoshima se agregaron a la fuerza de artillería de Yamagata y comenzaron sistemáticamente a reducir las posiciones rebeldes con un bombardeo de más de 7.000 cañonazos. Saigö defendió su posición con un apoyo limitado de mosquetes y sin cañones. Fundió varias estatuas budistas tomadas de los templos, utilizando el bronce obtenido para hacer balas. Yamagata envió una carta a Saigö en donde le sugirió en términos amigables que terminara con esa masacre sin sentido y se rindiera, pero el código de honor del "Bushidö" impedía a Saigó hacer tal cosa.


El plan de ataque de Yamagata consistía en tomar por asalto la posición de Saigö desde todas las posiciones al mismo tiempo. Se prohibió a las unidades ayudarse mutuamente sin el debido permiso; si una unidad retrocedía contra tropas enemigas en un enfrentamiento, las unidades vecinas debían atacar el área inmediatamente matando tantos hombres como fuese necesario, incluso los propios, para prevenir el escape de Saigö. Tras un bombardeo intenso de la artillería la noche del 24 de septiembre, las fuerzas imperiales irrumpieron en la montaña en las primeras horas de la mañana.


Los samuráis, bajo gran presión del gran armamento enemigo, se colocaron en línea frente a la armada imperial, que no estaba entrenada para el combate cuerpo a cuerpo con espada. Los samuráis, altamente entrenados en el uso de la espada, superaron a la armada con movimientos básicos de entrenamiento. Por algunos minutos, las filas de Saigö se mantuvieron en sus puestos, pero luego debieron retroceder debido a la diferencia de número. A las 6 de la mañana, sólo 40 rebeldes seguían con vida. 


Saigö fue herido en la arteria femoral y el estómago, lo que produjo una pérdida bastante importante de sangre, y pidió un lugar digno para morir. Uno de sus seguidores más leales, Beppu Shinsuke, lo cargó hasta la base de la colina en sus hombros. La leyenda cuenta que Beppu actuó como "kaishakunin" y le auxilió durante el "seppuku" antes de que pudiese ser capturado. Aun así, la evidencia contradice esta historia, basándose en que Saigö murió de una herida de bala y que su cabeza fue cortada por Beppu para preservar su dignidad. Después de la muerte de Saigö, Beppu y los últimos samuráis tomaron sus espadas y corrieron cuesta abajo enfrentándose a las fuerzas imperiales, siendo acribillados por las ametralladoras "Gatling". Con estas muertes, la rebelión de Satsuma llegó a su fin.


The Spirit of the Samurai will never die...Shiroyama was the beginning of the Legend