Hola queridos amig@s!, me alegra saber que estais ahí leyendo mi humilde blog. Parece tópico hablar de un tema tan acorde con la actualidad que nos invade en estos momentos, pero que mucha gente no sabe como se originó y las consecuencias que se produjeron a nivel de ese país tan poderoso llamado Estados Unidos.
La Crisis del 1929, la Gran Depresión o el Crac del 29 es la misma desgracia. También hay términos como Jueves, Lunes o Martes Negro. Todas ellas son acertadas, dado que el crac no fue un asunto de un sólo día. La cuestión es que fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de EE.UU, tomando en consideración el alcance total y la larga duración de sus secuelas.
La caída inicial ocurrió el Jueves Negro (24-10-1929), pero fue el catastrófico deterioro del Lunes y Martes Negro (28 y 29 de octubre), el que precipitó la expansión del pánico y el comienzo de consecuencias sin precedentes y de largo plazo para aquel país. El colapso continuó por un mes. Los economistas e historiadores no están de acuerdo en qué rol desempeñó el crac en eventos sociales, políticos y económicos subsecuentes.
En Norteamérica, el crac coincidió con el comienzo de la Gran Depresión, un periodo de declive económico en las naciones industrializadas, y llevó al establecimiento de reformas financieras y nuevas regulaciones que se convirtieron en un punto de referencia. La crisis del 29 ha sido, probablemente, la mayor crisis económica a la que se ha enfrentado el intervencionismo como sistema y que fue motivado por la manipulación de la oferta monetaria, por parte del gobierno americano, tras su nacionalización en 1914, al abandonar el patrón oro.
Al momento de la bomba, la ciudad de Nueva York había crecido hasta convertirse en la mayor metrópolis y en su distrito de Wall Street eran muchos los que creyeron que el mercado podía sostener niveles altos de precio. Poco antes del crack, Irving Fisher proclamó: "los precios de las acciones han alcanzado lo que parece ser una meseta alta permanente". La euforia y las ganancias financieras de la gran tendencia de mercado fueron hechas pedazos el Jueves Negro, cuando el valor de las acciones en la Bolsa de Nueva York se colapsó. Los precios de las acciones cayeron ese día y continuarion cayendo a una tasa sin precedentes por un mes entero. 100.000 trabajadores estadounidenses perdieron su empleo en un periodo de 3 días.
En los días previos al Jueves Negro, el mercado estaba severamente inestable ya que no se supieron manejar acorde los negocios así que la bolsa cayó debido a la inexperiencia de algunos. Periodos de venta y altos volúmenes de negociación eran intercalados con breves periodos de aumento de precios y recuperación.
Más tarde, el economista Jude Wanniski relacionó estás oscilaciones con la perspectiva por el paso del Acta de tarifas Smoot-Hawley, que estaba siendo debatida en el Congreso. Después del crac, el Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) se recuperó a inicios de 1930, solo para retroceder nuevamente, alcanzando un punto bajo de las grandes tendencias de mercado en 1932. El Dow Jones no retornó a niveles previos a 1929 hasta un tardío 1954, y el 8 de julio de 1932 estuvo en su nivel más bajo desde 1800. "Cualquiera que compró acciones a mediados de 1929 y las mantuvo, vio la mayor parte de su vida adulta pasar antes de poder recuperarse". (Richard M. Salsman).
Para salir de la crisis se intentaron medidas bajo la receta del liberalismo clásico, es decir, reducción del gasto público, restricción de los créditos, disminución de los gastos sociales y salarios además de las importaciones. ¿Os suena de algo en el contexto de la crisis actual en España?. Bueno, pues estas medidas fracasaron y se dio paso al aumento del paro y la recesión. Entonces se pasó al Keynesianismo, propuesto por John Maynard Keynes, donde la idea clave reside en la intervención del Estado en la economía con la finalidad de compensar los desajustes de la economía de mercado.
Según él, la crisis del 29 la había provocado el hundimiento de la demanda y era necesario una intervención del Estado para estimularla. El reequilibrio entre oferta y demanda debía provenir de un aumento de la demanda, y no tanto, de una disminución de la oferta excesiva, como preconizaba la mentalidad liberal clásica. Para ello, el Estado debía estimular la inversión y el empleo recurriendo para ello al déficit presupuestario. Ello incluía también la inversión directa en obra pública y en los sectores con mayor impacto sobre empleo y demanda. Había que impulsar el consumo elevando el poder adquisitivo de la población, para ello había que proteger las rentas más pobres.
Estas ideas inspiraron la política económica de la mayor parte de los países democráticos. En todos ellos el Estado se vio obligado a intervenir para relanzar la economía. Sin embargo, el ejemplo más claro de la puesta en práctica de las propuestas de Keynes fueron los propios EE.UU, a partir de 1933, con la salida de la administración republicana del presidente Hoover, sustituido por Roosevelt. La política económica llevada a cabo por este último presidente se denominó New Deal, estuvo basado en 4 tipos de medidas:
1. Las financieras: se ayuda a los bancos mediante una participación en su capital y se procede a una devaluación del dólar, con el objetivo de crear inflación que a su vez estimule la economía.
2. Las agrícolas: se estimuló el descenso de la producción pagando a los agricultores una indemnización por dejar de producir. El objetivo era que los precios aumentaran.
3. Las industriales: se promovió el aumento de salarios y disminución de las horas de trabajo.
4. Las sociales: se llevan a cabo grandes inversiones en obras públicas, además de medidas de protección social que aseguran el poder adquisitivo de la población, el objetivo es que aumente el consumo.
If I owe you a pound, I have a problem; but if I owe you a million, the problem is yours.
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