domingo, 5 de septiembre de 2021

Hernán Cortés, español y conquistador...

 


Queridos incondicionales del SDC, en este capítulo vamos a descubrir a uno de nuestros grandes conquistadores de todos los tiempos, que ayudó a forjar el gran imperio español que sería la primera potencia mundial en aquella época...en la famosa "Noche Triste" el insigne Hernán Cortes dijo: "vive Dios que lo intenté"...pues nosotros os invitamos a que intentéis adentraros en esta gran aventura llamada "la conquista de México"...que en aquellos años estaba dominado por el imperio azteca del temible Moztezuma...por cierto, ¿estáis todos bien?



Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano I marqués de Valle de Oaxaca (Medellín, Corona de Castilla, 1485 - Castilleja de la Cuesta, Corona de Castilla, 2 de diciembre de 1547), fue un conquistador español que, a principios del s. XVI, lideró la expedición que inició la conquista de México que significó el fin del imperio azteca, poniéndolo bajo dominio de la Corona de Castilla, creándose a partir de ello la denominada "Nueva España". Nació en la ciudad extremeña de Medellín, en el seno de una familia de menor hidalguía.


Decidió buscar fortuna en el Nuevo Mundo viajando a "La Española" y Cuba, donde por un corto período de tiempo fue alcalde de la segunda ciudad fundada por los españoles durante la tercera expedición a tierra firme, la cual financió parcialmente. Su enemistad con el gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar, provocó la cancelación del viaje a última hora, una orden que Cortés ignoró. LLegando al continente, Cortés realizó una exitosa estrategia de aliarse con determinados grupos indígenas para derrotar a otros. 


También utilizó una mujer nativa, Doña María (la Malinche), que le sirvió de intérprete y con quien tuvo un hijo llamado Martín. Cuando el gobernador de Cuba mandó emisarios para apresar a Cortés, este los enfrentó y derrotó, al tiempo que enroló a la tropa que iba a arrestarlo como refuerzos para su expedición. Cortés mandó varias cartas al rey Carlos I a fin de que fuese reconocido su éxito de conquista en lugar de ser penalizado por su amotinamiento.



Finalmente le fue concedido el título de marqués del Valle de Oaxaca, si bien el más prestigioso título de virrey le fue dado a un aristócrata de alto rango, Antonio de Mendoza y Pacheco. En 1541, Cortés retornó a España, donde falleció seis años después. Hernán Cortés es considerado por sus revisionistas como un hombre de complejos matices, combinaba criterio y audacia, poseía gran resistencia ante la adversidad, valiente, astuto e inteligente, con un liderazgo fuerte y predominante entre sus huestes, carismático y seductor en el habla y que provocaba entre sus iguales un velado antagonismo.


Cortés tenía fama de mujeriego, tuvo 11 hijos de 6 mujeres, 4 de ellas eran nativas de Mesoamérica, entre estas la mencionada "Malinche". La muerte en extrañas circunstancias de Catalina Juárez, su primera mujer a quien consideraba débil de salud e inútil, le adjudicó una negativa impronta que le perseguía. Durante la conquista supo demostrar crueldad ante la evidencia de traición amparándose con la fe cristiana de la manera más radical y no dudaba en aplicar los peores castigos a amigos y enemigos; pero a su vez, era benevolente con los vencidos.


Gobernado por una gran ambición, aspiraba non sólo a ser considerado como parte de la nobleza española; sino a erigirse como un virrey en Mesoamérica y eso motivó su afán de conquista para ganar el reconocimiento por parte del rey Carlos I. Fue hijo único de un hidalgo extremeño, llamado Martín Cortés y de su esposa Catalina Pizarro y Altamirano. Hernán Cortés era pariente lejano de Francisco Pizarro, quien posteriormente conquistó el Imperio inca.



Como otros hidalgos, su padre lo envió a los 14 años a estudiar leyes en Salamanca, ciudad que abandonó dos años más tarde, movido por su afán de aventuras. Estos estudios preparatorios y los conocimientos prácticos de la ley que adquirió en su aprendizaje con un escribano en Valladolid han dado pie al mito de que Cortés cursó leyes en la Universidad de Salamanca. Tras varios intentos fallidos, por una parte de embarcar para las Indias, y, por otra, de participar en las campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia, finalmente zarpó hacia la isla de "La Española". 


Según Francisco López de Gómara zarpó en 1504 en una nao de Alonso de Quintero, vecino de Palos de la Frontera. Un documento del Archivo de Protocolos de Sevilla indica que el 29 de agosto de 1506 su padré abonó el importe de su pasaje a Santo Domingo en la nao San Juan Bautista, propiedad de Luis Fernández Alfaro. Esteban Mira supone que debió ir en 1504, para posteriormente regresar a España, y que volvió a ir a América en 1506. En "La Española", participó en una campaña contra los caciques haitianos en las regiones de Higuey, Bauruco, Dayguao, Iutagna, Zuaragua y Amguayagua. 


Como recompensa, el entonces gobernador Nicolás de Ovando le dio tierras y un puesto de escribano público en Azua. En 1511 Diego Velázquez de Cuéllar reclutó a Cortés para la conquista de Cuba, como secretario del tesorero Miguel de Pasamonte, con el fin de administrar "el quinto real". Recibió en encomienda a los indios de Manicarao y pudo desarrollar su ganadería y explotar las minas de oro cubanas. Fue nombrado alcalde de Santiago de Cuba, aunque en 1514 fue encarcelado por el gobernador, acusado de conspirar en su contra. 



Liberado, se casó con la cuñada del propio Diego Velázquez, de nombre Catalina Juárez. Cortés también fue uno de los secretarios personales de Diego Velázquez, junto con Andrés Duero. A finales de 1518 Velázquez le confió el mando de la tercera expedición, tras las de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, para continuar sus descubrimientos en la costa de Yucatán. Pero Velázquez pronto desconfió de él. Hernán Cortés seguía, sin embargo, con los preparativos de la expedición y pronto logró reclutar a más de 600 hombres para su causa. 


Adelantándose a que le cesase Diego Velázquez, la armada de Cortés partió precipitadamente del puerto de Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1518. Como iba escasa de bastimentos, tuvo que aprovisionarse de estos en el puerto de Trinidad y otros lugares. Finalmente, el 10 de febrero de 1519, la flota abandonó las costas de Cuba. Consistía aquella armada en 11 naves, con 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y negros como auxiliares de tropa. 


Llevaban 32 caballos, 10 cañones de bronce y cuatro falconetes. Por capitanes iban Alonso Hernández Portocarrero (que fue el primer amante de Doña Marina), Alonso González Dávila, Diego de Ordás, Francisco de Montejo, Francisco de Morla, Francisco de Saucedo, Juan de Escalante, Juan Velázquez de León (pariente del gobernador), Cristóbal de Olid, Gonzalo de Sandoval y Pedro de Alvarado. Muchos de estos eran veteranos de la guerra de Italia. En la expedición también fue Alonso de Ávila. 


Por piloto principal iba Antón de Alaminos con experiencia en las dos expediciones anteriores de Francisco Fernández de Córdoba y Juan de Grijalva. El primer contacto con las civilizaciones mesoamericanas lo tuvo en la isla de Cozumel, un importante puerto naviero y centro religioso maya que formaba parte de la jurisdicción de Ecab, y donde se encontraba el santuario dedicado a Ixchel, diosa de la fertilidad. Los españoles llegaron durante el "Período Posclásico" de la cultura maya poco después de la caída de Mayapán en 1480, que llevó a la fragmentación de la península de Yucatán en 16 pequeños estados, cada uno con su propio gobernante denominado "halach uinik", en constante conflicto entre sí.



Inmediatamente después de presentarse al "batab" (gobernante local de la ciudad) Cortés le pidió que dejaran su religión y adoptaran el cristianismo mandando a sus hombres a destruir los ídolos religiosos mayas y a poner cruces e imágenes de la Virgen María en el templo. Una biografía del rey Carlos I escrita en 1603 relata lo acontecido en ese período de la historia. Apuntar que en 1519 comenzaría una epidemia de viruela, traída sin saberlo por los conquistadores, que en el curso de las siguientes décadas aniquiló al 97% de la población de la zona y que facilitaría la conquista de México.


Spanish history...forever and ever!